El Poder
O Poder, colección formada por una quincena de piezas que exhiben el binomio que forman la fuerza y la superación mediante la construcción de dos situaciones paralelas, las cuales simulan la semblanza del poder, entendido como la capacidad de llevar a cabo nuestros deseos independientemente de las dificultades, obra de la naturaleza o de otras personas, habiendo una relación constante entre el lenguaje y el poder de la naturaleza.
O Poder, colección formada por una quincena de piezas que exhiben el binomio que forman la fuerza y la superación mediante la construcción de dos situaciones paralelas, las cuales simulan la semblanza del poder, entendido como la capacidad de llevar a cabo nuestros deseos independientemente de las dificultades, obra de la naturaleza o de otras personas, habiendo una relación constante entre el lenguaje y el poder de la naturaleza.
En la Plaza do Obradoiro, reflejado en ocho piezas, muestra una de las realidades de ‘O Poder’, con especial atención a la imagen de un hombre sobre una gran cabeza tumbada, representación de la imagen bíblica de David derrotando a Goliat, un juego con el mito del creador o un símbolo de transformar la naturaleza en algo interesante para el hombre. Una idea puede ganar a la fuerza.
Las formas geológicas que rodean a este grupo están distribuidas de forma que la dominación del hombre y su puesta en servicio a nuestros intereses se reflejen en sus actitudes. Unas figuras podrían estar desperezándose o despertando, ya que la influencia del hombre todavía no llegó a ellas. En el edificio del Rectorado, dos esculturas reflejan el estado de naturaleza libre del hombre.
En la Plaza de Praterías, en el balcón del Museo de las Peregrinaciones, está situada la imagen del líder. El dominio sobre la sociedad queda patente con la figura simbólica de un individuo en actitud desafiante que cumple con la función de líder y que está rodeado de una especie de pórtico, a modo de aparato ideológico o de relato, justo lo que da el sustento al poder. O Poder se representa por la forma en la que un individuo consigue tener más adeptos y también en el grado de sumisión de la sociedad. O Poder, muestra a un hombre que juega con el dominio y la influencia, pero a través de un desarrollo completo y centralizado de las relaciones interpersonales entendidas como preponderancia o dominio de un ser sobre otro. Y cuatro esculturas escenifican esta sumisión.
Las contiguas son una especie de guardia pretoriana, totalmente sometida, y de ahí su actitud marcial. El siguiente círculo es el de la lucha, las fronteras que estamos alcanzando. En los balcones del edificio de la Casa do Cabildo, cuatro personajes escuchan el discurso con distintos grados de aceptación.