Una mirada entre A y B
Podría abordarla como «una mirada sobre las relaciones humanas» poniendo énfasis en la imagen que proyectamos, la relación interpersonal -que siempre encubre relaciones de poder- y, por último, el gesto como vehículo de transmisión de nuestros sentimientos.
En el primer caso se trata de la relación no coincidente entre lo que se es y la imagen que se proyecta. Todo depende, como en el proverbio, del color del cristal con el que se mira. Siempre interpretamos según nuestro propio código valorativo que, además de personal, es cultural.
En el segundo, la relación con el otro. La comunicación pocas veces es neutra, lo normal es que dependa de numerosos factores entre los que la personalidad de los interlocutores es determinante. No suele ser una comunicación entre iguales sino que se manifiestan relaciones de poder, en las que los puntos de vista que prevalecen son los del dominante
Mis personajes son creados por el mismo lenguaje emocional que de los sueños y al igual que en ellos se establecen diferentes niveles de profundidad, representados por hombres atléticos y gordos.
Aunque no es usual que el autor haga una declaración de intenciones sobre su obra, y aun dando por hecho que la obra artística no se agota en las intenciones de éste sino que su polisemia siempre permite nuevas interpretaciones, creo que no está de más daros a conocer mis impresiones sobre esta exposición.
Podría abordarla como «una mirada sobre las relaciones humanas» poniendo énfasis en la imagen que proyectamos, la relación interpersonal -que siempre encubre relaciones de poder- y, por último, el gesto como vehículo de transmisión de nuestros sentimientos.
En el primer caso se trata de la relación no coincidente entre lo que se es y la imagen que se proyecta. Todo depende, como en el proverbio, del color del cristal con el que se mira. Siempre interpretamos según nuestro propio código valorativo que, además de personal, es cultural.
En el segundo, la relación con el otro. La comunicación pocas veces es neutra, lo normal es que dependa de numerosos factores entre los que la personalidad de los interlocutores es determinante. No suele ser una comunicación entre iguales sino que se manifiestan relaciones de poder, en las que los puntos de vista que prevalecen son los del dominante.
La exposición muestra sobre todo bustos de los llamados «hombres montaña», elaborados a partir de resinas y otros materiales, pero siempre policromados, con el fin de dar más realismo a las figuras. Estas estatuas componen todas ellas un universo propio, cuyos miembros interactúan entre sí y con el público.”